01/09/2019   Bewitched by Beatriz Pascual






It was Friday 11 June 1999.

In the service bus between the terminal of the airport of Fiumicino, Rome on the evening flight to Catania we were all crammed, and behind me I hear a shouting in Spanish.
I turn around and see some young girls in RFEA tracksuits with some trainers, noisy as young foreigners can be at their first international experiences.
Me and my colleague from Gorizia, Mario Borghes, thought about the following Sunday when an octagonal meeting was scheduled, in which Spain also participated: we would have met them in the competition, we said it in our local slang.
 
Among the young Spaniards the most lively was a young woman who never stood still, so much so that I almost get a kick.
Show him a paddle, says my colleague Mario.
No sooner said than done.
I put my hand in my backpack and take out the first paddle I find.
As it happens, it is red. I turn and slam it in front of the annihilated eyes of that Catalan beauty who never would have thought to have such a meeting in a bus.
 
The others melt into laughter, she too, after a few seconds of perplexity.
And we start talking to each other: she, Beatriz Pascual, then just 17 years old at the first international experiences from the following Sunday has become my emblem of the women's race walk.
She was competing in the 10km U20.
She walked in a classic way, with a wide and grazing step on the ground, a manual movement of the hips, a prolonged push.
I remember we looked into each other's eyes with Peter Marlow who was chairing over that jury and I could only say as she passed by: "She's beautiful". He nodded!
 
 
Since then, when someone asked me which feminine athletic gesture I liked the most, I answered without delay, as if I had been bewitched: Beatriz Pascual.
Facebook frienship let me discover that we have in common the date of birth: that 9 May under the sign of the bull, a sign of stubbornness and will.
 
Now Beatriz, a splendid 37-year-old women, has decided to hang up her shoes.
 
Beatriz leaves a brilliant palmares in Spanish athletics, where she can be considered one of the best Spanish walkers of all time.
An enviable curriculum in which his three Olympic participations stand out: Beijing 2008 (6th), London 2012 (7th) and Rio de Janeiro 2016 (8th).
She was also present in four world championships with three times in the first eight: 5th in Berlin 2009, 8th in Daegu 2011 and 6th in Moscow 2013, and four European championships with 4th place in the 2010 edition of Barcelona.
 
As a difficult milestone to match, it will always be that you have never been disqualified in a race, regardless of distance.
The only red paddle she saw (and for fun) was on Friday 11 June 1999 on that bus.
 
Now that an example of tenacity, struggle, effort, but also of technique is hanging up her shoes, I find nothing better than that, bewitched by her I must admit, to entrust to her words the emotions she felt and left us.
 
Thanks Beatriz.
 
 

Nicola Maggio

 

 


 

 

CARTA DE DESPEDIDA

 

Todo empezó cuando yo tenía 7 años, y le dije a mi madre: “mama, yo quiero correr como Sergio” (mi hermano), a lo que ella me respondió: “pero¿ tú estás segura?¿no prefieres bailar?” “que no mama, yo quiero hacer atletismo”…. Y desde entonces, hasta ahora. Total, sólo han pasado 30 años.

 

Empieza siendo sólo un juego, vas aprendiendo las diferentes disciplinas, hasta que el señor Manuel Castro nos enseña a marchar. “esta chica tiene futuro” les dijo a mis padres cuando sólo tenía 10 años. A lo que ellos se echaron a reír. Seguí haciendo todas las disciplinas, pero estaba claro que lo que se me daba mejor era marchar. Así que cuando empiezas ganando competiciones, te llevan a concentraciones, haces amigos y disfrutas cada vez de hacer competiciones más importantes; te metes en este mundo casi sin darte cuenta. Después de Manuel Castro, vino Mº Reyes Sobrino, mi siguiente entrenadora con la que cada dos por tres, nos discutíamos, a ver quién era más cabezona de las dos. Después llegó Don Marcos Flores. ¿Qué puedo decir de él que no sepáis ya?, el cazatalentos de Viladecans. Con él fueron varios años hasta la categoría sub23, en la que decidí ir al CAR de Sant Cugat y ponerme a las órdenes de José Marín. Y desde entonces hasta ahora…

 

Esto es una despedida, pero sobre todo, es una carta de agradecimiento. No quisiera dejarme a nadie por dar las gracias. En primer lugar, a mi familia, por apoyarme y animarme siempre en mis decisiones. A todos y cada uno de mis entrenadores citados anteriormente, en especial a José Marín,  con el que he vivido los momentos más felices y también los más duros de mi carrera deportiva, de quien no he dejado de aprender, discutir, reír, llorar…. A la RFEA, al comité técnico, por haber confiado en mí tantos años, y los Servicios médicos, por haberme cuidado siempre. A la FCA por todos los años juntos, y haber formado equipo con la mejor CCAA. Al CAR de Sant Cugat, en el que he pasado casi 15 años, y a todas las personas involucradas en que todo nos fuera bien: el equipo médico y enfermeras (Turmo, Til, Rospi, Susana…) a quienes tantas veces he dado la lata; los fisios (Miguel Ángel, Marta, Fidel…), estos tampoco se han salvado de la faena que les he dado; a Isabel Arbonés, mi amiga y fisio dentro y fuera del CAR; a los fisiólogos (Joan Riera, Piero..), a mi gran amiga Montse Banquells; a Edu Amblar, Saioa Segura. A Marcelí, el preparador físico por ponerme súper “fuerte” después de mi doble operación de rodillas. También al equipo del SAE (Anna, Susana,etc), incluso a las trabajadoras del comedor, que ya sabían cuál era mi comida preferida, y no hacía falta ni pedir. 

 

Tampoco me quiero olvidar de los clubs de atletismo por los que he pasado: C.A. Viladecans, donde pasé mi niñez y nunca podré olvidar; después la J.A.Sabadell, en el que estuve durante las categorías inferiores, y por último el Valencia Sports, con el que he estado más de 10 años, y sólo tengo palabras de agradecimiento por haber confiado en mí. Por supuesto a todos los compañeros de entrenamiento con los que he compartido infinidad de momentos de todo tipo: risas, lágrimas, lesiones, dudas, etc. Y también a todos mis compañeros de selección, con quienes además de rivales  en el asfalto, siempre haciendo equipo. Tampoco me quiero dejar a Sito (Castelló Sports), que desde que soy jovencita siempre me ha animado y ayudado con mis necesidades deportivas, ni a los  sponsors como New Balance, PowerGym, RudyProject y Compressport. También quiero dar las gracias a mis tutores PROAD del CSD: Mercedes, Carlos e Inma, por preocuparse siempre por cómo me van los estudios; y a la UCAM por facilitarme también la formación postdoc. Por supuesto a mis amigas “antideporte” como digo yo (Diana y Raquel), que hemos sido un equipo siempre de lo más dispar y me permitían desconectar del atletismo en menos de 1 segundo. Y mis compañeras de laboratorio y mi jefe, quienes me han acompañado los últimos años más intensos y me han ayudado siempre en mis idas y venidas del laboratorio por competiciones o concentraciones; con los que podía desconectar del deporte metiéndome en el mundo de la genética, y quienes han formado parte y me ayudaron con mi tesis doctoral.

 

Cuando escribes estas líneas te das cuenta de lo afortunada que he sido y que soy, por haberme dedicado casi media vida al atletismo, a un deporte que te apasiona. Es tu trabajo, tu hobby, tu pasión. 

El atletismo me ha enseñado a disfrutar y saborear los buenos y escasos momentos, a saber gestionar los momentos más duros, que por desgracia han sido más frecuentes. También a relativizar: ni somos tan buenos, pero tampoco tan malos. A disminuir mi autoexigencia. Me ha permitido sentir en ciertos momentos que eres la mejor, capaz de comerte el mundo, la más fuerte, y que puedes con todo. Incluso a sorprenderte de los límites hasta los que puede llegar tu cuerpo y tu mente. 

 

Todo esto y mucho más, es lo que me llevo y lo que ha dado forma a mi carácter y mi persona. Me llevo un montón de vivencias: concentraciones, campeonatos, 3 JJOO… realmente ME SIENTO MUY AFORTUNADA.

 

Afortunada además, porque gracias a este deporte pude conocer a Jordi, la persona con quien comparto mi vida y con quien he formado una familia con el pequeño Gerard.

Siempre había dicho que después de la maternidad no seguiría en la competición, pero mis ganas, y el apoyo y la confianza de mi familia y la federación, hicieron que 10 meses después de dar a luz volviera a entrenar. Además, como alguien me dijo una vez: “es súper guay que tu hijo te vea 

competir” (eh Santi?). Pude hacer alguna liga a final de la temporada 2017/18 y la ilusión de volver a la temporada siguiente, o sea la actual; se vio trucada al mes y medio de pretemporada. Menisco interno izquierdo roto, pasamos por tercera artroscopia. Al principio parecía que la recuperación iba genial, pero no lo suficiente para volver al alto nivel, y ni mucho menos a poder marchar. Poco a poco, estos últimos meses ya me he hecho a la idea de la despedida. Mi objetivo no era Cto del Mundo ni nada por el estilo; era volverme a sentir marchadora, competidora, y disfrutar de lo que más me gusta (hasta hubiera probado el 50). Lo que me da más pena es tener que retirarme así, con una carta de despedida. Me hubiera gustado hacerlo en competición. No ha podido ser, y no me quejaré porque al menos puedo salir a correr (no todo el rato que quisiera), y de momento mi hijo no me gana. Desde luego, no podré salir a pegarme esas “palizas” que aquellos que me conocéis, sabéis que me gusta. 

 

Eso sí lo echaré de menos. También echaré de menos esos nervios maravillosos y la tensión antes de una competición, y la ilusión con que se pueden preparar unos JJOO, aunque sea yéndote fuera de casa 2 meses, y soñando ser campeona en cada uno de los entrenamientos.

No podía irme de la competición así sin más, sin dar las gracias a todos los que habéis formado parte de toda esta vida dedicada al atletismo. Gracias, gracias y mil gracias!!!! La vida cambia, las prioridades cambian, y durante 16 años fue el atletismo mi prioridad y eso siempre estará conmigo.